martes, 11 de septiembre de 2012

EL AMPLIO LAGO


Un inmenso lago, una pequeña barca  y mucha niebla alrededor.
Rondando... fantasmagóricas figuras.
Proyecciones necesarias de la mente del barquero.
Compañías para no hacer el viaje solo.
Conflictos repetidos, miedos conocidos. Voces que llenan la oscuridad.
De pronto algún viento sopla –suspiro de un Dios cercano- y la bruma se hace menos espesa.
Se diluyen un par de fantasmas en la superficie del agua, y el capitán comprende....
Alcanza a ver su soledad... la libertad.
Pero toma el remo apurado. El miedo acosa como un inminente monstruo desde el fondo del lago.
Debe concentrarse en su corazón es el único que sabe la ruta...
Las luchas son, siguen.
Las ficciones parecen caer, pero sólo se reemplazan.
El sabe -su corazón se lo ha dicho- que la bruma es el miedo, que el remo es el miedo, que la barca es el miedo... que el agua es su elemento, que la luz es el destino,  sin embargo debe hacer el viaje, como un largo parto hacia la tierra prometida del alma...