martes, 26 de agosto de 2014


                             La migración se basa en el retorno.

Puedes irte muy lejos, con todo,
puedes aún llevar la familia contigo…
pero si llevaras también la memoria,
sabe que cuando se anda con la memoria encima,
es que se ha dejado algo
en el lugar de partida.
El recuerdo es el viajero
que regresa, compara, desdeña
 y en las alas del sueño
descansa en su tierra.
Aunque no le hayas prometido
a tu entraña el retorno,
inquieta rebuscará la vuelta.
El exilio era, antaño,
 el peor de los castigos.
Hoy voluntario se ha vuelto desde
 la lógica y la conciencia,
pero las invisibles raíces
han sido expuestas y repatriarse piden
y no por una división política,
de la que ellas no entienden.
Finalmente si no vuelves en vida,
verán unas cenizas que vuelan,
en apariencia erráticas,
sólo para quién no sepa…