martes, 6 de diciembre de 2011

Demasiada...

Los abrazos largos,
los suspiros profundos.
Alguna que otra lágrima
rodando discreta por la mejilla.
Mucha llamada de larga distancia,
y correos electrónicos esporádicos.
Se puede convivir a la distancia,
se puede compartir, aunque sea
la eventualidad de la  palabra.
Con castillos en el aire,
conclusiones fallidas,
mucha nostalgia,
demasiada…

jueves, 1 de diciembre de 2011

Dixi

Dices que dicen que diciembre trae lo que se va.
Diez desde marzo, aquí cuenta el invierno.
Desde el sur se enciende el cenit, se apaga la luz.
Diciembre es doce sin embargo…
Los once apóstoles de este año han tenido su reinado.
Inicia el corolario…

Festividad,
saudades, morriñas,
brindis,
son de cristales,
alguna lágrima,
y todo recomienza en el anillo eterno.

Sucediéndose, secundándose,
como soldados del tiempo,
van los meses desfilando. 
Jano, Dios de las Puertas, encabeza,
Décimo, (extraña cuenta),   
con campanadas despide
sin alterar la rueda.

Dixi

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Espera Incierta

Sentada en la hamaca
con las piernitas colgando
cuando aún no tocan el suelo,
y el alma ya en espera.
Espera incierta de un sueño llegando,
espera incierta de una imagen acercándose.
Un príncipe azul en dos ruedas,
él príncipe azul de la espera.

Pasan los años, los pies ya tocan al suelo,
y a veces duelen del cansancio
propio y ajeno de andar la vida.
Ni la hamaca, ni el suelo,
sólo queda la espera.
Saudades de lo que no llega,
angustia de pensarlo, tal vez, en otra vida,
miedo de inutilidades pleno.
El corazón siempre lleno de espera.

Espera llega de esperanza,
esperanza de que por fin sea.

                                                                                  Para Miriam, que aún espera.

viernes, 11 de noviembre de 2011

El Gran Espíritu

Hemos llamado al Gran Espíritu una y otra vez
desde que la historia recuerda.
Levantamos altares, tallamos sus formas,
nos hincamos reverentes.
Esperamos ansiosos y temerosos sus señales.
Millones de seres clamando por sus favores a diario.

Él, callado y paciente, nuestro cuerpo contiene.
Sonríe en el eco de nuestros rezos,
con la ternura propia de un mayor amoroso.
Extiende las alas, protector, sobre nuestras penas y nos susurra al oído su dulce canción
hasta despertarnos a la verdad…Su libertad.


martes, 1 de noviembre de 2011

¿Dónde? (Participacion en el concurso Los Jardines Secretos de Marina de Cudeyo-Cantabria)

¿Dónde se fueron las enredaderas de entonces? Acaso, pasionarias, madreselvas, se escondieron para morir bajo las aceras.
Tilos, eucaliptos, manzanillas, cedieron sus espacios a grandes árboles de cemento.
¿Y los jazmines de los patios?, ¿y los rosales?, ¿y las alegrías?
Higueras muertas, naranjos salvajes sin flor, huyeron tras los sauces (los que lloran y los que no).
Carreteras y autopistas todo lo cubrieron, con sus lánguidos ramajes grisáceos…
Las ciudades se despoblaron de aromas y colores.
Deambulan perdidos los pájaros por copas de cristal y ladrillo.
Sin embargo aún hay esperanza...
Porque por las tardes, cuando el sol se apaga tras el horizonte, nos alcanzan dulces aromas desde algún lugar escondido....
Dicen que vienen de un mundo donde habitan las flores perdidas…
Del  Reino de los Jardines Secretos.

jueves, 20 de octubre de 2011

EL TELONERO


Estaba detenida en un semáforo observando con vista perdida unas palomas que despedazaban angurrientas los restos de una porción de pizza, cuando la patente de un auto se iluminó ante mí. Al tratar de verla bien se perdió en el tránsito, bastante pesado a esa hora del mediodía. El semáforo había cambiado y yo en Babia.
Aceleré para emparejarlo. El color coincidía y el modelo, a pesar de mi ignorancia al respecto, me pareció que también. Pero la patente no podía ser…
Ese auto lo tenía mi hijo a 2000 kilómetros de distancia. Salvo que hubiera venido de sorpresa. La idea me entusiasmó.
Cuatro cuadras después lo divisé unos coches más adelante.
El siguiente semáforo nos detuvo a poca distancia uno de otro.
Verifiqué la patente: era la misma sin duda. El auto también, pero al volante, escondida tras el apoya cabeza, donde hubiera dado bastante por adivinar los rulos de mi hijo, parecía estar la melena de una mujer. Decididamente no eran rulos.
Quería bajarme e ir caminando, pero era una locura en ese tránsito. Además si no era mi hijo tenía que ser un auto “mellizo”, de esos que roban, les copian la patente y los papeles de otro legal para poder usarlos por la calle. Entonces sería peligroso increparlo.
El asunto me intrigaba soberanamente.
Arrancamos y era tal la congestión que no podía acercarme. Me di cuenta que estábamos llegando a mi calle, pero sentí la necesidad de seguirlo solo unas cuadras más para ver si lo alcanzaba.
En el siguiente semáforo volvimos a quedar con un par de autos en el medio, pero el nuevo ángulo me dejaba ver un poco más. Si, decididamente era una mujer. Tenía el cabello largo con reflejos o claro. El color en realidad se parecía al mío, así como el largo.
Avanzamos y me decidí a hacer una maniobra medio brusca. Los bocinazos llamaron su atención y giró apenas hacía atrás.
¡Noooo!, ¡no podía ser!, ¡de ninguna manera!, ¡bajo ningún concepto!… Quedé shockeada.
¡Acababa de ver mi cara en la de ella!.
No se si frené, aceleré o le inventé un pedal más al auto… me insultaron en cuatro idiomas, pero qué puedo decir, nada me rescataba de esa imagen. Ahora sí tenía que alcanzarla a como diera lugar.
Con el lío que armé ella logró escaparse más de cien metros. Tenía que remontar esa distancia así que aceleré…
En la esquina dobló. Esa era “mi” esquina, “mi” calle, la de “mi” casa.
Pero dentro del barullo mental supe que en la siguiente nos encontraríamos en el semáforo.
Así fue.
Quedamos un auto pegado al otro. Una al lado de la otra. Era yo sin duda.
Me miré pero no me reconocí, como si no existiera…
Llevaba una blusa que había usado el año anterior pero me veía igual.
Yo me miraba desde la otra ventanilla sin verme.
A mí me temblaban las piernas (a ella no se), no me atrevía a bajarme como hubiera debido hacer para preguntarle algo, pero ¿qué?, ¿qué se le puede preguntar a una en esas circunstancias?, especialmente cuando “una” ni nos registra. La verdad es que no pude reaccionar. La inmovilidad de la sorpresa y la inverosimilitud de la situación me impedían hacer cualquier cosa… había quedado congelada mirándome…tratando de entender…
Ella finalmente arrancó, pero una milésima de segundo antes me esbozó una sonrisa, una de esas sonrisas que suelo poner cuando me debato entre la ironía y la picardía. La vi  y la sentí en los labios, en los dientes, en los pómulos, en el alma.
Luego dobló, abrió el portón del garage con “mi” comando y entró.
Esta parte de mi que relata siguió con el semáforo en verde hasta que alguien que, obviamente, nunca se había encontrado con si mismo, insistió a bocinazo puro para que saliera del embrujo. Doblé, alcancé el portón aún abierto y cuando ya discutía mentalmente a cual de las dos le correspondía la única cochera, advertí que no estaba.
Se había esfumado, desmaterializado cuando desapareció de mi vista.
Seguramente alcanzó a dar vuelta a ese fino telón que divide las dimensiones temporales.
Sin duda el telonero se había distraído.
El mismo lugar y la misma hora habían sido el escenario.
Una y otra vez lo recorro buscándome, aun así se que no me volveré a ver, pura y exclusivamente por esta sensación ficticia de integridad que nos mantiene cuerdos.
  


martes, 11 de octubre de 2011

SUEÑOS BUSCADOS (cuento)

Tal como cualquiera puede cazar mariposas, con una simple red y un par de frascos en el bolsillo, él encontraba sueños perdidos.
La gente no tiene la menor idea con la facilidad y la inconciencia con la que anda perdiendo sus sueños por ahí.
Medio despistados por estar sueltos, en general, después de haber permanecido mucho tiempo en algún recóndito lugar, suelen caer fácilmente en las redes de este coleccionista que incapaz de tener los propios guarda los ajenos.
Finalmente son sueños que nacieron con destino de incumplirse. De lo contrario no andarían así flacuchos, perdidos por las esquinas del mundo, sin fuerza siquiera para remontar vuelo.
Sueños de pobre…
Como hijos nonatos, algunos abortados sin querer y otros porque no hay más remedio… no se pueden alimentar tantos a la vez.
El los guarda en pequeños frascos trasparentes sin etiquetar y los apila en estanterías poco iluminadas, ya que descubrió que la luz los hace crecer y eso de andar cambiándolos a envases más grandes era todo un problema.
Algunos frascos parecen vacíos pero si uno observa bien puede ver que sobre el fondo, como seca figurina de gelatina, descansa el sueño.
Personalmente le participé mi preocupación, ya que en mi infancia había mariposas por doquier y de tanto que las cazaron hoy en día es muy difícil ver alguna, entonces ¿pasará lo mismo con los sueños?.
El me dijo que en realidad en los últimos tiempos le ha resultado cada vez más fácil conseguirlos, si bien son más pequeños y grisáceos.
Me confesó que soñaba –vaya la ironía- con encontrar uno a todo color, el más grande y luminoso que hubiera visto jamás, pero que como iban las cosas cada día que pasaba parecía más improbable.
-¿Sabés que los sueños tienen ADN? me preguntó entusiasmado con voz de experto.
La verdad es que no tenía ni idea y así se lo dije.
-Técnicamente yo no robo, porque la gente los pierde, pero si alguien quisiera recuperarlos podría saber cual es el suyo con una simple prueba. ¿Querés ver?
Yo me imaginaba una prueba de laboratorio sobre la sangre pero ¿los sueños tienen sangre? Se rió y me llevó hasta una de las estanterías. Me hizo parar frente a una línea y de pronto un frasco se iluminó, como si alguien hubiera encendido una lamparita dentro de la misma botella. ¡Ah! ¿Qué fue eso?.
-Eso es que reconoció el ADN, el tuyo. Lo remarcó por si yo no había entendido.
Se me apretó el pecho. La verdad es que no lo reconocí, pero inspiraba mucha tristeza por opaco y pequeño, fuera de quien fuese. Me corrí hacia un lado, él se apagó y ningún otro se encendió, seguí un poco más a la derecha y nada. Volví y se encendió nuevamente. Me acerqué para observarlo y se iluminó un poco más.
Tenía una extraña forma, poco y nada de color y observarlo intensificaba mi sensación de ahogo, pero mi memoria me fallaba. ¿Qué sueño era ese, que no podía identificarlo?
El experto salió al cruce. Me explicó que debía tener unos veinte años, que los que tienen esa forma suelen relacionarse con el viajar…
Viajar… si, alguna vez me había gustado la idea de conocer un par de lugares…
Pareció que el sueño se hubiera puesto de pie, aunque no estoy muy segura. Algo en él cambió.
-¿Dentro de tus sueños de hoy no cabrá este?
- Viajar hoy, no se, lo que pasa es que no puedo por el trabajo, la plata, que se yo, tengo tantas otras prioridades…
-Mira, si vos querés te lo devuelvo, total tengo tantos, y además en poco tiempo no quedará nada de él.
 - No, mejor no – Volvió a encogerse, aunque seguía con luz.
- Como quieras…

Me alejé un poco triste dándole un último vistazo a eso que quedó como…como quién se está muriendo otra vez… pero yo que iba a hacer con un sueño de esos a esta altura. Tengo muchas cosas serias en que pensar…

 

EL NO TIEMPO

El portentoso pasado se reduce a un pálido ayer.
La magia litúrgica de esta actualidad presentista ha desvirtuado sensiblemente el concepto básico de una sociedad con tendencia al anclaje místico.
Idealizado, entronado en la falsedad de la sabiduría y la verdad, el Fastuoso Pasado se empequeñece, reduciéndose a cenizas.
El futuro… el futuro es sólo un terreno incierto, impropio, al que desbocadamente nos dirigimos sin norte y sin conciencia.
Es que no hay tiempo, ni para recordar, ni para proyectar…
Si algo se le ha acabado a este sistema, a esta ficción, es el tiempo, que se desdibuja como el holograma fantástico de la destreza de un Dios hermético.
El tiempo tenía un plazo, una cuantía de su mísera materia horaria y caducó.
Vaya ideograma, propio solo de una deidad.
Sin pasado y sin futuro ¿qué nos queda?
Tirano le llamaban.
Pues bien se acabó la tiranía y ahora Humano ¿qué hacer con la libertad?
Qué hacer con el momento del que disponemos, con el efímero, precario, fugaz momento, del que cuento cuando ya se está yendo, el de la parábola del agua entre las manos. 
Solo a él lo poseemos,  solo él es permanente y por ello eterno.

Rocío de Dios

Hombres: gotas de rocío de Dios bañando la tierra en eterna mañana.
Diminutos reflejos temerosos  de la extinción.
Pensamientos vertidos sobre la creación,  para dotarla de movimiento y cierta alteración necesaria para mantener el justo equilibrio.
Leyes andantes cumpliéndose por doquier.
Vibración sutil superando la dualidad. Energía angélica de protección y amor. Las virtudes teologales nutriendo los surcos… 
Devenir de ideas conformadas superándose a si mismas.
Cascada de efectos donde cada uno es eslabón superador de su misma cadena.
Una más uno para un nuevo Ser, siempre la generación dando vida para la vida y más vida.

La misma iconografía que sucede y homenajea la forma.
El espejo que redime y que ofende, según la mirada.


Inclino la oreja y devuelvo al mundo las palabras non gratas.
Parpadeo al mismo efecto y me vacío de imágenes dolorosas.
Extiendo las manos vibrando en caricias-
Con los brazos abiertos me dispongo a los abrazos negados.
Supongo olvidos para no invertir en reproches.
Siembro semillas del árbol de la vida y recojo los tibios albores de la vejez en un cuenco de bronce, con maravillosos cantos de míticos pájaros que anidan en sus ramas doradas.
Soy más que la mezcla que me forma, soy más que la conciencia que me describe…

Soy una de esas gotas de rocío divino…
 

sábado, 11 de junio de 2011

DESORDEN


Estoy harto de sostener a la cabeza, dijo el cuello.
Yo de organizarles todo respondió ella.
Nosotras estamos cansadas de trabajar para todos,
chillaron las manos.
Nosotros de cargar con el cuerpo, agregaron los pies.
A mi no me cuenten, que me tocó la peor parte,
vociferó el intestino.
El sexo murmuró: ¿y yo que calladito y oculto
les doy placer a todos...?
Si yo no respirase....Ah, y si yo no latiese...

La vida que observaba, apeló a la alegría,
para poner orden en el cuerpo,
pero la alegría no estaba, los había abandonado.
¡Con razón...! dijo la vida.

jueves, 9 de junio de 2011

DE OFENSAS Y PERDONES

¡Oh HUMANO!,
¿En cuántas hogueras has ardido?
¿De cuántos árboles has pendido?
¿En cuántas piras has dormido
el sueño eterno del cuerpo perdido?

Envenenada de ofensas y perdones
la sangre guarda la historia.
El tiempo se esconde y justifica en los genes.
Somos la suma de todos los humanos previos,
de ellos hemos recibido la larga lista.
De ellos la angustia (que llaman existencial)
y apenas una gota propia sumando a la cadena.

Transfiero desde lo profundo de mis riñones
la energía contaminada.
No pido perdón por ello, ya que,
en el balance me pesan más las ofensas.
Sin embargo algo me obliga a perdonar
para evitar la muerte…

La muerte es del Ego.
Física o civil, siempre ficción.
El perdón dado y recibido siempre es del Ego.
El espíritu que es uno ¿a quién puede pedirle perdón?
No hay quien ofenda ni quien perdone en los términos del Todo.

Ahora la nueva luz llega…

Despierta el plexo de la anciana mentira.
La garganta traga el amargor de una buena vez,
y la Tierra,
¡oh noble Tierra!
debe resolver la cuestión.

Soy libre de todo tormento,
soy libre de todo perdón,
soy libre  de toda ofensa.
SOY LIBRE.
Limpia de carne y de nombre,
de límite y de abismos,
sonrío y converso llorando y en silencio.
Si no se quien soy, SOY.
Ni pido ni doy, SOY.
Ni tengo ni necesito, SOY.
Recíproco y circular, acepto el juego.
SOY para SER.

lunes, 30 de mayo de 2011

Sueños en Sepia

Con todos estos silencios acumulados detrás de la garganta, se escapan sulfurosos algunos suspiros.
Saudades de porvenir dibujado a puro antojo.
Emblemáticos sueños de inocencia e inconciencia, se repiten una y otra vez como una vieja y gastada película, otrora a todo color.
-Los sueños incumplidos destiñen con el tiempo-.
Vanas ilusiones, espejismos...
Son esos los suspiros sulfurosos que queman como remedos de un viejo y profundo dragón.

miércoles, 13 de abril de 2011

Arroz con leche

El arroz con leche que nos regresa a la niñez,
el que nos devuelve la maternidad.
El arroz con leche que funda, a fuego lento,
la abuela en el alma.
A la postre,
el retorno a la uterina cueva del milagro milenario,
del inolvidable, majestuoso,
aroma de la infancia del tiempo.



El monstruo de la grapa

Se decía por ahí que cuando la hoy capital del estado era un pueblo tan, pero tan pequeño, que ni siquiera los mapas se acordaban de su existencia, dormía en sus rincones un pequeño ser de dudoso origen, que sólo se mostraba ante los poco virtuosos.
Claras descripciones habían hecho de él algunas mujeres que trabajaban en el único club nocturno del lugar y borrachos que deambulaban por los bares y solían dormir “la mona” en los portales aledaños.
“Tiene tres cabezas humanas, cuatro patas de lobo  y cola de zorro”, decían.
“Habla apenas con un gruñido, pero se le entiende cuando pide grapa, en la oscuridad de las trastiendas”.
Tal la calaña de los que podían verlo, que con el tiempo, el crecimiento del pueblo y esas cosas tan humanas de querer parecer lo que no se es, comenzaron a negarlo las prostitutas para ser más señoras, y así sucesivamente, hasta que de tanta negación, dejó de existir.
Aunque circula una versión en los bares de los arrabales que dice que las botellas de grapa se vacían solas por las noches…
La ciudad es esta…¿acaso nunca has visto nada parecido entre las sombras?

lunes, 11 de abril de 2011

Si pudiera irme….

Si tan solo fuera a morirme…
Tal como dejar el vestido sobre la cama
para irme a dar una ducha.

Si tan solo soltara el prendido cuerpo
como desabrochando un par de botones grandes.

Si el color y la materia dispusieran la retirada,
como se pierden a diario,
en sombras, despacio al atardecer.

Si fuera tan sublime y sencillo como decir amor…
El adiós gestaría infinito placer
y sabor de acaramelado retorno.

Como en un viaje corto: ni lágrimas ni pañuelos,
Sólo algún afectivo abrazo y un quedo hasta luego…

martes, 5 de abril de 2011

Remozado Ser y No Ser

Yo no me imaginé y al mismo tiempo me inventé.
Soy producto efímero de la potencialidad pura.
Podría no haber sido pero fui.
Soy esa chispa de la gran hoguera
y soy la hoguera de mis pequeñas chispas.
Producto de la incertidumbre y la decisión.
Involuntariamente encerré la libertad
en el libre ámbito de mis opciones.
Discurrí por la vida como un fantasma de vidrio,
me cuesta creer, entonces, que puedo Ser.
Aún me duele comprender que de mí dependía
por ello después del duelo, si lo recuerdo, SERE.

Siempre es Primavera

Puedo sentir al mismo tiempo
el otoño y la primavera,
el verano y el invierno.
Todo está en mí como en el Planeta.
Dejé la primavera asomando
y luego la encontré en último suspiro
escapando tras Febo.
Siempre florecen cerezos
en algún lugar.
Se prepara un campo
para recibir las hojas caídas,
y el otro las expulsa verdes y rejuvenecidas.
Son las mismas flores,
son las mismas hojas.
Energías girando resueltas
por el planeta.
Ficción de muerte y renacimiento.
Sinfonía circular y eterna.

martes, 25 de enero de 2011

A mi...

A mi que he visto del otro lado de la aurora,
-apenas un ápice del ajeno cosmos circundante-,
me resulta vano el agitado mundo de este lado.
Vano el mío, vano en el que vivo…
Sueños, magia y pocas voces deseo…
colores brillantes y mucho silencio…


martes, 18 de enero de 2011

Otra soledad

Cuando el mejor regalo es un llamado,
es que la distancia está haciendo de las suyas.

Voces familiares acariciando los oídos,
aún con la foto del recuerdo
protegida bajo párpados caídos.

Espacio azaroso y enorme
confunde vacío con desamor,
silencio con olvido,
distancia con adiós.

lunes, 17 de enero de 2011

Distancia de pieles

El olvido es el séptimo sentido,
 -ése del que nadie se acuerda-

Hay sencillez en la distancia de las pieles,
huecos de mieles durmiendo plenos.
Espacio mayor al que cubren las alas,
mayor aún al del cordón más largo.
Busco por los rincones tus aromas
para embeberme de ellos.
El aroma llena huecos,
achica las distancias,
sugiere ficción de encuentro.
Milésimas de segundo te pegas a mi abrazo…
te duermes bajo mi abrigo…
respiras agitado sobre mi hombro.
Entonces aprieto tu mano,
pero tan despacio…tan despacio…
que tus dedos se desdibujan hacia la nada.
Los límites del cuerpo juegan a las escondidas
en esta gigante Tierra,
pero Lo Que No Se Ve,
entabla sutiles encuentros
a los que sólo el corazón se invita.
Abarco todos los sentidos,
todos menos el olvido

Sueños en Sepia

Con todos estos silencios acumulados detrás de la garganta, se escapan sulfurosos algunos suspiros.
Saudades de porvenir dibujado a puro antojo.
Emblemáticos sueños de inocencia e inconciencia, se repiten una y otra vez como una vieja y gastada película, otrora a todo color.
Los sueños incumplidos destiñen con el tiempo.
Vanas ilusiones. Espejismos.
Son esos los suspiros sulfurosos que queman como remedos de un viejo y profundo dragón.


Salgo sin saber adonde voy, salgo de mi, casi de mi, otra vez de mi, viendo límites inexistentes en el cuerpo, fijando bordes profusos a fuerza de golpes, de falencias, de espacios en blanco.

miércoles, 12 de enero de 2011

Tantas veces...

Tantas veces he viajado al sur de mi alma
Ese polo de ventiscas frías que alberga
heladas frustraciones de los tiempos idos.
El hábitat de la niña triste,
de la necesitada de afecto,
de la indefensa.
El oscuro subsuelo de la egoísta,
de la soberbia, de la irascible,
de la celosa...
La izquierda de la vida,
donde se vuelve a la muerte.


De a poco he llegado
al país del Presente,
en el que vivo hoy.

Aceptación ha sido el boleto.
(No hay Presente sin Aceptación)

Supongo un Ecuador
ecuánime de tiempos,
el horizonte más amplio,
donde las tormentas
se consumen en si mismas.

La eternidad propia
donde siempre es de día,
a la luz de un sol prístino

Sabiendo que el norte,
otrora tan ansiado,
es tan sólo otro polo,
anclo en Equilibrio,
capital de Armonía.
(No hay Equilibrio ni Armonía sin Presente)

lunes, 10 de enero de 2011

Nada secuencial

Yo soy este vaso que contiene y el líquido que lo ocupa.
Soy este mar, y la playa que lo acuna.
Yo soy todos y ninguno.
Acepto la inidentidad sin renegar de mí.
La luz y la sombra que la delinea.
Soy nada y todo.
Soy servicio, soy mensaje…
Qué dolor nuevo contendré para aliviar el grande.
Qué dolor aportaré para formar el grande…
Madera que enciende, se quema, se apaga, desaparece.
La simiente y la tierra,
La sequía y el agua.
Triste alegría de un cuerpo sólido y puro.
Vibración genética,
Somos la imagen de los conflictos que venimos a resolver, y el producto consolidado de los ya resueltos.
Somos la configuración estelar de un universo de conformaciones válidas, y el sopor auténtico de un vano intento de dilucidar la luz del polvo.
El sudor contaminado de ideas del agua límpida y clara del amor que nos marea.
Cómo comprender la silenciosa mansedumbre de una vida caída en la desgracia taciturna de la ignorancia de no preguntarse absolutamente nada.
Y tampoco resulta favorable a la endiosada supremacía el puro cuestionamiento secuencial y secular de cada día.
Contengo y contendré las respuestas y las preguntas, pero el desorden es tal, que no parecen coherentes y lo que falta en realidad es ubicar la secuencia correcta.
La luz despacha apuntes.
El cambio vibracional es necesario  para elevarse, sentimiento puro mejora vibración.
Tinieblas escasas las de esta noche que permiten adivinar destellos de la gran verdad.

Soporto la ignorancia en la certeza de que es finita, solo la sabiduría es imperecedera.
A la noche le sigue el día, y en este ardor de sabernos cínicos con la deidad, escondemos la oscuridad que nos abarca en densidad decadente y cadenciosa de tierra madre. Hermosa tierra madre para ojos humanos y solos.
Hermosa tierra madre para tomar distancia y meditar, para poder ver en un espejo el reflejo del espíritu eterno, permeable, lúcido y plácido.