miércoles, 16 de mayo de 2012

Si el silencio reinara en la Tierra,
lub-dub, lub-dub, lub-dub,
Si mudo fuera el sistema,
lub-dub, lub-dub, lub-dub,
Si nada resonara en el eco de los tiempos,
lub-dub, lub-dub, lub-dub,
Mi corazón latiría al ritmo invisible
del Dios nonato.
Su Latido anticiparía la vida,
y un zumbido de abeja nacería entonces
en algún rincón del planeta.

Latido de resonancia humana,
silencio previo al suspiro,
nada que anticipa el grito.
Aire que invade, despeja y escapa.
Humanidad Creada…

Sólo latido,
lub-dub, lub-dub, lub-dub.
Soy todo corazón, soy sólo corazón.
Me expando y  contraigo en vital partitura.
Reina en mi mundo la sucesión finita
de sonidos y silencios.

Eco del si mismo  hasta que olvida la respuesta.

Hasta que voy y no recuerdo el camino de regreso.
A LA PARTIDA DE LILIANA



Seguramente la vida se parece más a una sucesión de cosas que simplemente suceden, que a mi manera de fijar los detalles que considero que sobresalen, estrictamente acorde a mi tabla de valores, y  básicamente para encontrarle un sentido primordial que la convierta en un tránsito valedero, para una mente siempre cuestionadora y empecinada en la búsqueda de motivaciones meramente humanas.
Tropiezo a cada paso con la tensión de la mismísima trama actuante. Tropiezo porque quiero llevar el propio ritmo, el llamado “intento de superación”, el salto cuántico sobre la cotidianeidad.
Pero la vida tiene su propio curso, su propia traza sagrada, en la que todos los componentes interactuamos  “naturalmente” y nada escapa a su ley,  ni siquiera, estos saltamontes que damos en llamarnos humanos.



Hoy ha decidido salir del plano un Ser conocido, con la decisión propia del ego, actuando desde el mental sobre el físico y entiendo que es una de las formas que la naturaleza habilitó para la salida. También habilitó el par de lágrimas que se me llevó con su decisión y un empañado recuerdo por la tristeza. Tenía mi edad, tenía con ella parte de mi historia, o sea teníamos cosas en común y eso hace la atención y la tensión de esta mañana otoñal.
Era un espíritu torturado por quien sabe qué marasmos, de los que no pudo escapar.
Demonios propios hechos carne mental.
Pura mente,  poco corazón…
Ha descarnado, se ha separado, pero no se si podrá elevarse, espero y deseo que así sea…

lunes, 14 de mayo de 2012

UN LARGO, LARGO DIA



Arde la piel enrojecida.
Ra furioso esgrime sus lanzas de fuego. Certero, mortal en la estocada.
No hay manera humano, que escapes de su alcance.
Todo se convierte en el único caldo en el que se cocina la vida entera.
Todo se diluye, todo se pierde en su luminosa estela.
No hay manera humano, que te pierdas de su esfera.

La luna… la luna se hace esperar.
Su díscola forma comienza a adelgazar
¿Qué decirte luna que la humanidad no te haya dicho ya?

Ruido de zambullidas misteriosas…
sombras aletargándose por el pasto
y la noche agradable, serena, unificando todo en otoñal paisaje.

El viento se fue a dormir
Los grillos envían sus apurados mensajes.
Se entrecruzan las líneas y continúan las zambullidas.

Ahora dícese de azules metálicos y un farol de fallada redondez
alumbra un sector vacío de estrellas.
Los diamantes escaparon de la tierra y se quieren perder detrás de su brillo.
Las canas de tu nuca brillan como la luna y como la luna menguan
hacia pleno cielo.

El verano está viejo pero fuerte aún resistiendo la muerte,
en dudosos embates de frutas y hojas.
La noche lo supera
El sol ya no arde
Se fue a despertar a mi hijo en otro mundo, de su cansancio maratónico,
para que inicie otro viaje más.

El sereno humedeció el pasto y mi pelo.
Aguarda paciente las gracias.

Aquí estrena la luna función plena.
La noche se luce, los grillos también
y a mi me gana un plácido y merecido sueño…

Se devoran los días unos a otros,

haciendo añicos pasado y futuro.

Desolación temporal

Atemporalidad absoluta.

Desembarco en una pequeña isla

llamada Presente (Presente Contínuo).

Siento el atropello de los compromisos que tome,

para lo que llamaba tiempos por venir,

y cumplo y esquivo, casi sin darme cuenta.

Estoy presente,

atemorizada,

temeraria,

siempre hoy y aquí.