¿Dónde se fueron las enredaderas de entonces? Acaso, pasionarias, madreselvas, se escondieron para morir bajo las aceras.
Tilos, eucaliptos, manzanillas, cedieron sus espacios a grandes árboles de cemento.
¿Y los jazmines de los patios?, ¿y los rosales?, ¿y las alegrías?
Higueras muertas, naranjos salvajes sin flor, huyeron tras los sauces (los que lloran y los que no).
Carreteras y autopistas todo lo cubrieron, con sus lánguidos ramajes grisáceos…
Las ciudades se despoblaron de aromas y colores.
Deambulan perdidos los pájaros por copas de cristal y ladrillo.
Sin embargo aún hay esperanza...
Porque por las tardes, cuando el sol se apaga tras el horizonte, nos alcanzan dulces aromas desde algún lugar escondido....
Dicen que vienen de un mundo donde habitan las flores perdidas…
Del Reino de los Jardines Secretos.
Muy bonito y primaveral, se lee y se siente como mas mágico a la luz del otoño del Hemisferio Norte.
ResponderEliminarMejor si lo premian, pero si no gracias por compartirlo