miércoles, 12 de enero de 2011

Tantas veces...

Tantas veces he viajado al sur de mi alma
Ese polo de ventiscas frías que alberga
heladas frustraciones de los tiempos idos.
El hábitat de la niña triste,
de la necesitada de afecto,
de la indefensa.
El oscuro subsuelo de la egoísta,
de la soberbia, de la irascible,
de la celosa...
La izquierda de la vida,
donde se vuelve a la muerte.


De a poco he llegado
al país del Presente,
en el que vivo hoy.

Aceptación ha sido el boleto.
(No hay Presente sin Aceptación)

Supongo un Ecuador
ecuánime de tiempos,
el horizonte más amplio,
donde las tormentas
se consumen en si mismas.

La eternidad propia
donde siempre es de día,
a la luz de un sol prístino

Sabiendo que el norte,
otrora tan ansiado,
es tan sólo otro polo,
anclo en Equilibrio,
capital de Armonía.
(No hay Equilibrio ni Armonía sin Presente)

No hay comentarios:

Publicar un comentario