jueves, 19 de septiembre de 2013

LA VERDAD

El lápiz de la VERDAD yacía sobre la mesa deseoso de una mano que lo sostuviese. El libro a su lado, laxo, dormido –que había nacido como cuaderno, pero a fuerza de ser ocupado, alcanzó la máxima categoría de libro- parecía sin vida.
La habitación permanecía en absoluto silencio,  sólo una pequeña lámpara luchaba contra las sombras.
El lápiz ansiaba una mano, izquierda o derecha, no importaba demasiado, porque su misión se veía truncada sin ella. Llamó al libro, pero éste no acusó oírlo.
-¿Que te pasa? ¿acaso ya no tienes páginas para mi?. ¿ya estás pleno, satisfecho?
Lo gritó con tal fuerza que al pobre cuaderno no le quedó más remedio…
-Siempre habrá un espacio para ti, amigo, ¿pero es que no se puede dormir un poco?
-Estoy ansioso…
-Claro, si no se nota hombre…
-Sabes que no puedo hacer otra cosa que dibujar la verdad y tu has sido un maravilloso lugar donde hacerlo, sin embargo desde que el fulano se ha cansado….
-Pero si me mostró hasta el agotamiento y nadie más quiere verme…
-Ábrete y veremos…
El cuaderno-libro hizo un ingente esfuerzo para levantar la tapa de roca y quedar expuesto en una página aún en blanco.
El lápiz no podía en sí de alegría. -Le vamos a dar una lección a ese cobarde, ya va a ver-decía.
Se balanceó sobre su punta como en un columpio, hasta lograr el equilibrio necesario.
Monto al cuaderno y comenzó a moverse como un verdadero experto sobre el papel.
-Espera un poco, pidió el cuaderno, me duele tanto trazo fuerte. Además quisiera saber que dibujas.
-La verdad de nuestro dueño: una gallina. El creía que sería admirado, querido, por dibujar la verdad, y cuando no fue así renunció, nos condenó al ostracismo, a la oscuridad. ¿quién quiere saber la verdad? A nadie le gusta la verdad. Pero alguien debe mostrarla, decirla… y si él anda llorando por los rincones, nuestro deber es recordarle quienes somos. No meros instrumentos de su mano, somos servidores de un creador superior. Y él? cococo, cococo; no es más que una gallina temerosa por no ser querida y aplaudida…. No merece el don…
- Bueno, bueno, que somos de la familia, a mi no me escribas en ese tono…
-Está bien, si no quieres una gallina, llevémoslo a votaciones.
-Pero si somos dos…
Se abrió la puerta del cuarto y se hizo silencio, salvo por el lápiz que golpeó la mesa al caer con toda su "humanidad".
El joven se les acercó no pudiendo dar crédito a sus ojos: media gallina lo observaba desde el cuaderno, batiendo un ala y unas letras sueltas:? CO? A? D E… ? ?
Sacudió la cabeza, frunció el ceño y le nació una punzada de dolor desde lo más hondo, porque no podía ignorar, que fuere lo que fuese, era la VERDAD

No hay comentarios:

Publicar un comentario