lunes, 14 de mayo de 2012

Se devoran los días unos a otros,

haciendo añicos pasado y futuro.

Desolación temporal

Atemporalidad absoluta.

Desembarco en una pequeña isla

llamada Presente (Presente Contínuo).

Siento el atropello de los compromisos que tome,

para lo que llamaba tiempos por venir,

y cumplo y esquivo, casi sin darme cuenta.

Estoy presente,

atemorizada,

temeraria,

siempre hoy y aquí.

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